viernes, 30 de marzo de 2007

Conversación

Caminando

Un, dos, un, dos. Marco el paso, un, dos, un, dos y me detengo. No es que no quiera continuar avanzando, contando, mirando. Quiero estar concentrada y así estar consciente de lo que me ha costado llegar hasta este punto. Quiero saber realmente cómo fue el proceso hasta alcanzar la felicidad. De este modo podré mirar tranquilamente hacia el lado y sentir lo lejos que he llegado. Recuerden que empezé de cero.

Nadie vino y me regaló nada. Todo lo que tengo se debe a mi esfuerzo. De hecho voy a misa casi todos los domingos y comulgo. No maldigo. Estoy casada con un esposo que adora a mis hijos. Mis chiquititos son estudiosos y algún día quieren llegar a tener una familia igual que la que mi Josesito y yo hemos formado. Además, con el Joshi tenemos una buena relación de pareja. Todo esto lo hemos logrado con el sudor de nuestra frente.

No quiero sonar poco humilde, pero creo que hemos hecho un buen trabajo en la vida. Asi que si mañana me muero, partiré tranquila porque he hecho lo correcto. Sé que me iré al cielo, algo que no muchos pueden decir hoy en día.


En el cielo, conversación con Dios

M: Sabía que me llamarías pronto. He sido un ejemplo de madre y esposa.


D: Yo no te he llamado


M: Ayh, pero si yo no quise morir.



D: Al menos yo no te he deseado la muerte. Y como es parte de la vida y todo lo has hecho tu sola, no sé cómo pudiste llegar a mi hogar.


M: Bueno, basta de tonteras. Tú no debes ser Dios porque no reconoces mi bondad, aunque no me haría mal un poco de tu ayuda para orientarme en estas calles. ¿Hacia qué lado camino?¿De qué manera puedo saber para qué he venido a este sitio, si tú no me has llamado y no veo a Dios por ningún lado?, ¿Cómo saber qué es lo que tengo que hacer?



D: Empezaré por el final, ya que mi nombre no es relevante. ¿Cómo supiste qué hacer en la Tierra? ¿Cómo estuviste tan segura de estar haciendo lo correcto?


M: Hice lo que todo buen samaritano haría. Todo católico intenta seguir el tipo de vida que yo recién finalicé exitosamente.



D: Concuerdo contigo en que finalizaste tu vida, mas no con el apellido que le agregaste.

M ¿Estas diciendo que fracase?



D: No. Solo dije que no estoy de acuerdo con el apellido, lo que no implica necesariamente lo contrario. Tan solo digo que a ti no te toca evaluar tu desempeño, ni el de allá ni el de acá. No sé de dónde sacan esas ideas.


M ¿Y, cómo hubiese sabido si lo estoy haciendo bien? No puedo ser adivina tampoco.

D: De la misma manera en que ahora lo haces para saber qué hacer... Preguntando. A ti no te corresponde determinar tus límites de desarrollo personal, espiritual o material. Lo que tiene que llegarte, te llegará de todas maneras.


M: No me digas que has estado leyendo sobre el karma. ¡Lo último que me faltaba! Parece que todos andan con esa moda espiritual...y yo que no quise meterme a esas clases de yoga que me recomendó la Toña.

D Yo no he estado leyendo nada porque todo lo sé. Otra cosa muy distinta es que muchos humanos hayan interpretado mensajes que pensaron como absolutos y eran una parte de un todo. De todas maneras, tampoco es tu función imitar al prójimo, por algo les di razón y la intuición. Por ejemplo, no porque ejecutes una acción -como lo es el asistir a misa- significa que lo haces con todo el amor que puedes entregar a esa actividad, ni tampoco que le confieras la mayor dedicación posible. Este asunto de vivir no es como un curriculum, ya que no debiera interesarte acumular buenas acciones. Lo que importa es la intención y la profundidad que logres en la relación con los demás.


M: Estoy confundida. ¿Acaso dices que no he sido una mujer ejemplar? Todavía no recibo mi premio.

D Esa lógica no funciona en el cielo y, la verdad, tampoco es provechoso que la sigan ocupando en la tierra. No te compararé con otros, eres distinta y todos son especiales a su manera. Todos vienen a cumplir distintas misiones o funciones, así que, en el fondo, si van cumpliendo etapas, todos los humanos son ejemplares Todos están aprendiendo. Por eso, ya es un premio el darles la vida, una familia y todos los obstáculos que tienen que sortear para avanzar. Por esto, tú sólo puedes responder por tus actos y no por los de tus seres queridos. Sus éxitos o fracasos no dependen de ti, aunque sí están influidos... Bueno, pero esta plática da para rato y no soy tan fanático del lenguaje, así que...


M ¡Espera, espera!! ¡Ahora sí que entiendo absolutamente nada!

D A ver si puedo ser más claro. Vivir es el mejor regalo que tienen todos los hombres, pero de esto te tienes que dar cuenta allá, no basta con que lo entendiendas. Ya más adelante, quizás te toque retocar el tema de la humildad y eliminar un poco de competitividad de tu formación, pero primero tendrás que volver a vivir una experiencia similar a la anterior. ¿Mi recomendación? Trata de estar más atenta, no al resto, sino a ti misma y me comunicaré contigo. De ti depende porque yo estoy siempre junto a ti, así que no me despido.



3 comentarios:

ana dijo...

daniii!
ooooo vamo ala playa?

olle queme encanta n tus sentimientos
chaaaa!si juerai hombre te jotearia y te invitaria al cine!
aja.
siempre es maravillozo conversar con voz hermana.yo soi tu manajer!dije.

Teresita Calvo dijo...

Descubrí tu blog!! Por fin entraste a este mundillo, te lo teniai guardadito!
Ya loca, espero tus visitas porque yo estaré invadiendo tu espacio.
Besos!!

Sole Vargas dijo...

Dani, ajjajaja!!! Yo tb. te descubrí, claaaro que no fue taaan difícil, pues ya me lo habías dicho el otro día. Ahora vendré más seguido y te agregaré a mis linkes.
Saludinesss desde c/Huamaxuco 444